Receta de Crostata, una tarta italiana muy rica
Contenido
La crostata es un plato dulce de origen italiano que se prepara a base de pasta brisa o masa quebrada, y que habitualmente suele estar rellena de mermelada. Es una especie de tarta, que también se prepara con chocolate, crema o requesón. En nuestro caso vamos a darle un toque distinto utilizando el rey de nuestras conservas, el bonito del norte, y combinarlo con queso crema. Así conseguiremos una crostata con un sabor no tan dulce, pero que seguro os sorprenderá.
Para esta receta recomendamos utilizar Bonito del Norte (o Atún Claro) al natural, ya que las conservas de esta modalidad tienen un sabor neutro y no influirá en el sabor que se obtendrá al mezclarlo con el queso. De utilizar conservas en aceite de oliva o escabeche, corremos el riesgo de que la crostata tenga sabor a esos dos líquidos de cobertura, ya que el bonito los absorbe con el paso del tiempo.
Ingredientes
Receta para 4 personas
- 1 tarro de bonito al natural (227 gr.)
- 2 masas de pasta brisa (o masa quebrada)
- 3 huevos
- 300 gr. de queso crema (queso untable)
- 25 gr. de pepinillos
Para esta receta te recomendamos…
¿Cómo preparar crostata?
Esta crostata de bonito del norte con pepinillos es una versión salada de la clásica tarta italiana. La base de pasta brisa ofrece un soporte perfecto para un relleno cremoso y lleno de matices, gracias a la mezcla de queso crema, bonito y pepinillos, que aportan un toque ácido y salino irresistible. A continuación, os explicaremos cómo prepararla paso a paso.
1. Preparar la base de la crostata:
Estirar la masa de pasta brisa con un rodillo sobre una superficie ligeramente enharinada, hasta obtener un grosor uniforme de aproximadamente 3-4 mm, suficiente para cubrir todo el recipiente. La masa debe ser un poco más grande que el molde para asegurar un buen ajuste.
- Colocar la masa estirada en un molde redondo apto para horno, presionando suavemente con los dedos para ajustarla bien a la base y las paredes del recipiente. Asegúrate de que no queden burbujas de aire debajo de la masa, para evitar que se infle durante la cocción.
- Recortar el exceso de masa en los bordes con un cuchillo o una tijera de cocina, dejando un margen de aproximadamente 1 cm para doblar hacia adentro más tarde. Este pequeño borde ayudará a sostener el enrejado y a dar un acabado limpio y profesional.
2. Preparar el relleno:
- En un bol grande, suavizar 200 gramos de queso crema con una espátula o batidor manual, hasta que quede cremoso y sin grumos. Este paso es importante para lograr una textura suave en el relleno.
- Añadir los 3 huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición. Esto asegura que los huevos se integren correctamente y que la mezcla quede homogénea. La incorporación gradual de los huevos también evita que el relleno se corte.
- Escurrir y desmigar 150 gramos de bonito del norte con un tenedor, asegurándote de que esté bien desmenuzado para distribuirlo uniformemente en el relleno.
- Picar finamente los pepinillos en vinagre, para añadir un toque ácido y crujiente que complementará el sabor del bonito y el queso crema.
- Incorporar el bonito desmigado y los pepinillos picados a la mezcla de queso y huevos. Revolver bien con una espátula hasta que todos los ingredientes estén bien integrados, asegurando una distribución uniforme del bonito y los pepinillos en la mezcla.
3. Montar la crostata
- Verter la mezcla del relleno en el molde con la base de pasta brisa, utilizando una espátula para extenderlo uniformemente y asegurarte de que quede una capa pareja en toda la superficie.
- Extender el relleno cuidadosamente para que no queden huecos, lo cual es esencial para una cocción uniforme y una presentación perfecta.
4. Preparar el enrejado:
- Estirar la masa sobrante con el rodillo hasta obtener un grosor similar al de la base, y luego cortarla en tiras de aproximadamente 1 cm de ancho utilizando una ruedecilla o un cuchillo afilado.
- Colocar las tiras sobre el relleno, formando un patrón de enrejado entrecruzado. Comienza colocando tiras paralelas en una dirección y luego coloca las otras tiras perpendicularmente, alternando para crear el patrón clásico de enrejado.
- Doblar el exceso de masa de los bordes hacia adentro, presionando ligeramente para sellar el enrejado con el borde de la base. Esto asegura que el enrejado se mantenga en su lugar durante la cocción y que los bordes tengan un acabado limpio.
5. Hornear la crostata:
- Precalentar el horno a 180°C, asegurándote de que alcance la temperatura antes de introducir la crostata para garantizar una cocción uniforme desde el inicio.
- Hornear la crostata durante 15-20 minutos, o hasta que la pasta brisa esté dorada y crujiente y el relleno esté firme al tacto. La cocción puede variar según el horno, por lo que es importante vigilar de cerca hacia el final del tiempo de horneado.
- Vigilar la crostata durante los últimos minutos de cocción para evitar que se queme, especialmente el enrejado de la parte superior, que tiende a dorarse más rápido. Si ves que se está dorando demasiado rápido, puedes cubrir la crostata ligeramente con papel de aluminio para terminar la cocción.
¡Y listo! Deja enfriar un poco antes de servir para que los sabores se asienten y la crostata tenga la consistencia ideal para cortar.
Consejo
Para asegurar que la base de tu crostata quede perfectamente crujiente y no empapada por el relleno, es importante realizar un horneado a ciegas de la masa antes de añadir el relleno. Esto se hace colocando la masa de pasta brisa en el molde y cubriéndola con papel de horno, luego añadiendo pesos para hornear (pueden ser legumbres secas o bolas de cerámica) para evitar que la masa suba. Hornear la base durante unos 10 minutos a 180°C antes de agregar el relleno. Este paso adicional crea una barrera que ayuda a mantener la masa firme y crujiente, asegurando una crostata perfecta en cada bocado.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!